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A los luchadores sociales
A la comunidad internacional
A los militantes tupacamaristas
UN AÑO DE OLLANTA HUMALA: NEOLIBERALISMO Y REPRESIÓN… MÁS DE LO MISMO
Transcurrido el primer año de gobierno de Ollanta Humala y del Partido Nacionalista, es deber, desde nuestra posición revolucionaria, realizar una evaluación que exprese el sentir de un gran sector del pueblo peruano, frente a lo que fue una propuesta del engaño y la traición hacia quienes creyeron en su programa y promesas electorales.
En ese sentido, los peruanos que votaron por Ollanta Humala, lo hicieron porque creyeron en el cambio del modelo económico. Asimismo, por el cambio en la forma de hacer política y evitar el regreso de la mafia fujimontesinista. Hoy a 12 meses de gobierno: el fujimorismo cogobierna y el neoliberalismo se viene profundizado, acompañado de políticas gubernamentales encaminadas al engaño y la criminalización de la protesta social.
Ollanta Humala Tasso, ganó la primera vuelta electoral con el apoyo de ese 30% del electorado, los que buscaban un cambio radical de las injustas estructuras de la sociedad peruana, así como la defensa de los recursos naturales y la soberanía nacional. Luego en la segunda vuelta se alejó del sector popular y se alió con el ala liberal de la derecha, quienes son los que controlan el timón de la cartera de Economía y Finanzas, el Banco Central de Reserva y parte de los distintos ministerios, son personajes de la derecha capitalista, agentes de las transnacionales y funcionarios del FMI y el BM.
Los anteriores gobiernos para sostener la continuación del proyecto neoliberal en nuestra patria, utilizaron los mismos mecanismos pero cada quien con sus propias particularidades. A su vez, este gobierno hace uso del aparato represivo del estado a fin de sofocar cualquier obstáculo que quieran poner en su camino. Es así, que las protestas desarrolladas son reprimidas con bombas, balas y maltratos, cuyo resultado son: humillaciones, heridos, presos y muertos. Hasta hoy han sido 17 los peruanos asesinados, justificando que la subversión y el “terrorismo” vienen azuzando las justas protestas de la población que sólo pide, mejores condiciones de vida.
Este gobierno, cada vez se asemeja más a la dictadura narcoterrorista de Fujimori y su banda de delincuentes. Y no es para menos, toda vez que, Humala Tasso se formó en la Escuela de las Américas de Estados Unidos, caracterizada en forjar cuadros que les garanticen la lucha contrasubversiva y la aplicación de la estrategia de expansión imperialista, la cual busca “eliminar” todo aquello que haga peligrar sus intereses económicos y geopolíticos.
En esta evaluación también es importante hacer referencia sobre la participación de los sectores del reformismo de izquierda, que creyeron en las bondades de las elecciones y seguro aún lo creen y trabajan por ello, pues pensaron que había llegado el ansiado gobierno de los pobres que son históricamente manipulados y olvidados.
Este sector que creyó que en base a sus apoyos brindados, tendrían el manejo del gobierno, pero fueron expulsados al poco tiempo y están pagando su miopía política. Al día de hoy ya nadie o casi nadie queda de ellos en las estructuras del estado, donde lograron posesionarse transitoriamente, es una lección más para aquellos que creen que mediante elecciones se puede conseguir el cambio real en la sociedad peruana.
Es importante señalar que esto es el resultado, por no tener una oposición organizada en el sector de la izquierda peruana, que han caído en el descrédito por sus prácticas ambivalentes en el escenario político. Eso ha hecho que el pueblo sólo vea caudillos para liderar sus justas luchas.
Mucho se habla de los “logros” del gobierno en temas de: Pensión 65, Cuna Mas, Beca 18 y el incremento del sueldo básico, éstos no pasan de ser más que medidas populistas y asistencialistas, que someten al oscurantismo y adormecimiento de la conciencia de las masas; trayendo consigo el clientelismo político, siendo medidas que en la práctica no están llegando a las grandes mayorías.
En ese mismo camino está la ley de la consulta previa, que una vez reglamentada se denotan vicios de corrupción y están hechos a medida de los intereses de las transnacionales.
De igual forma, el gobierno hace gala de la economía fortalecida y cada vez más cohesionada. Sin embargo, esto en la realidad cotidiana muestra todo lo contrario, la economía creciente que tanto se pregona no se refleja en los bolsillos del pueblo, ya que vemos que los precios de la canasta básica familiar se han elevado considerablemente y el aumento de sueldo difundido, no cubre esta alza.
Asimismo, la economía de las grandes mayorías se ven trastocadas por el subempleo y la inestabilidad laboral, los empleadores obligan a firmar contratos mensuales en el mejor de los casos. Otro gran grupo de trabajadores no han podido conseguir los mínimos derechos laborales, porque las empresas privadas tercerizan la mano de obra, y en las estatales simplemente utilizan a terceros para emplearlos, y en ambas formas son mantenidos en sus puestos sin vínculo laboral con la institución que los emplea.
En resumen, cuando se habla de esta economía fortalecida se hace alusión sólo a un pequeño sector que se beneficia, conformados por la burguesía que se encuentra enquistada en nuestro país, son ellos los que están en condiciones de competir en los mercados internos y externos, es así, que cada vez más, estas familias se vienen enriqueciendo por estas grandes desigualdades existentes, impuestas por este tipo de política económica neoliberal.
Hoy como ayer podemos decir con certeza, que por medio de las elecciones, jamás se logrará un cambio profundo a las injusticias que es sometido nuestro pueblo desde tiempos históricos y que los cambios reales, se realizaran cuando se concrete la victoria del proyecto que busca la construcción y desarrollo del socialismo en nuestro pueblo, tarea sumamente difícil pero no imposible si logramos que las grandes masas hagan suyas las propuestas y planes que hoy planteamos a la sociedad.
Podemos decir con énfasis y contundencia que Ollanta Humala es un elemento reaccionario, traidor y represivo sin capacidad para dar solución a los problemas sociales. Así lo demuestran las protestas que a lo largo y ancho del país se desarrollan. El carácter del gobierno ha servido para generar indignación, rebeldía y organización dentro del movimiento popular, sobre todo en las regiones del país.
Finalmente, expresar que los recientes cambios ministeriales no hacen más que profundizar la política económica neoliberal y de represión más sofisticada, ya que algunos representantes han jugado un papel importante dentro de la política del gobierno fujimontesinista.
Por otro lado, las políticas sicosociales como son: la liberación de un miembro del grupo Colina, la rebaja de las sentencias a estos miembros, el cobro de las reparaciones civiles, la manipulación de la información con los asesinatos extrajudiciales cometidos con los compañeros durante la toma de la residencia del Embajador japonés; forman parte del juego político para minimizar las protestas sociales que se suscitan en el país, principalmente en la región de Cajamarca.
Lo que debemos señalar y resaltar es que a pesar de la represión desatada, la actitud del pueblo es acrecentar la organización y la rebelión, el cual se debe convertir en un polo para oponerse con fuerza al sistema económico neoliberal que nos domina.
¡Frente al gobierno neoliberal y traidor, la lucha es el camino…a más represión mayor organización ¡
¡La traición también es una incitación a la rebelión!
¡Con las masas y las armas, patria o muerte… Venceremos!
Dirección Nacional del MRTA
Paco Sifuentes
27 de julio 2012.